Arteterapia: Terapia psicológica para niños

La Arteterapia es una disciplina de carácter multi teórico y multiprofesional que forma parte de las cuatro terapias expresivas: Arteterapia, Dramaterapia, Danza Movimiento y Musicoterapia. Esta surge como una nueva idea de aplicar la psicoterapia por medio del proceso creativo. La Arteterapia pretende crear cambios notables y perdurables en las personas, además de desarrollar sus habilidades sociales y motoras, lo que la vuelve especialmente beneficiosa para los niños. 

Definición de Arteterapia 

Comencemos por definir qué es la Arteterapia, de acuerdo con La American Art Therapy Association (AATA) la Arteterapia es una profesión en el área de la salud mental que usa el proceso creativo para mejorar y realzar el bienestar físico, mental y emocional de los individuos sin importar sus edades. Se basa en la creencia de que el proceso creativo ayuda a las personas a resolver conflictos, desarrollar habilidades sociales, controlar su temperamento, reducir el estrés y mejorar la autoestima y autopercepción. 

Mientras que la British Association of Art Therapists (BAAT) la define como una forma de psicoterapia que usa el medio artístico como su forma primaria de comunicación. 

Por tanto, podemos definir a esta disciplina como una forma de terapia expresiva que utiliza el proceso creativo de las artes visuales y plásticas (pintura, grabado, modelado, diseño, máscaras, títeres) para reforzar y mejorar el bienestar físico y psicológico de las personas. 

Orígenes de la Arteterapia

Los orígenes de la Arteterapia comienzan desde finales del siglo XIX en Europa y Estados Unidos. Pero no fue hasta la segunda guerra mundial que comenzó a formarse como lo que actualmente conocemos como Arteterapia. 

Los avances tecnológicos y sociales ayudaron a la generación de nuevas teorías, pensamientos filosóficos y éticos que hicieron cambios en la manera en la que se veía a la educación, relaciones sociales y el arte a principios del siglo XX. Esto provocó que surgieran movimientos innovadores en la pedagogía practicadas por Decroly, Steiner o Montessori, entre otros más, que alentaron la expresión artística especialmente en los niños para ayudar a desarrollar sus habilidades sociales, motoras y creativas.

Algunos autores señalan que el Marqués de Sade fue de los primeros en promover la expresión artística en enfermos mentales. Este dirigía espectáculos ocasionalmente en la casa de salud de Chaerenton-le-Pont en Francia. A partir de entonces se comienza a recomendar el teatro, el billar y el dominó como una manera de ayudar a los pacientes a salir de su propio auto retraimiento.

Aunado a esto, comenzaron a hacerse estudios sobre los dibujos y pinturas de pacientes mentales para encontrar formas de identificar ciertas enfermedades tales como la esquizofrenia. Uno de los más importantes en hacer este tipo de estudios fue el neurólogo Jean-Martin Charcot y sus estudiantes Richter, Meige, Gilles de la Tourette, Fursac y Heitz.

El psiquiatra alemán Hans Prinzhorn logró influir involuntariamente en la escena vanguardista europea del primer tercio del siglo XX con sus libros El arte de los enfermos mentales y Una contribución a la psicología y a la psicopatología de la creación, publicados en 1922, estos se convirtieron en un referente y modelo de inspiración para varios artistas surrealistas de París.  

Prinzhorn sostenía que la necesidad de autoexpresión, comunicación, juego y decoración de manera visual era un impulso fundamental para los seres humanos. Que el proceso creativo era básico en todas las personas, independientemente de su salud mental, y que el arte era una forma de obtener un bienestar psicológico.

La segunda guerra mundial influyó mucho en el uso que se le dio al arte, durante estos tiempos se utilizó el proceso creativo de forma terapéutica en soldados llegados del frente, malheridos, con discapacidades o afectados emocionalmente por los horrores de la guerra. A partir de aquí más y más artistas, psicólogos y educadores comenzaron a darle forma como una verdadera disciplina.

En 1943 el artista, escritor y educador británico Adrian Hill publicó la obra Art as an aid to ilness: an experiment in occuátional therapy. Y en 1945 Art versus illness, siendo en esta última donde Hill concibe el término de Arteterapia por primera vez para describir su trabajo que comenzó en 1938, cuando se encontraba enfermo de tuberculosis en un sanatorio y se dio cuenta que las actividades artísticas le ayudaban a recuperarse. Tras esto ayudó a los demás pacientes del lugar a tratarse de igual manera con la ayuda del arte.  

La escultora alemana Marie Petrie publicó en 1946 su obra Art and regeneration donde habla concretamente de la Arteterapia como una formación específica.

En el año 1947 Margaret Namburg, psicóloga y educadora estadounidense, considerada una de las fundadoras de la Arteterapia en los Estados Unidos, publica su estudio Free Art Expression of Behaviour Disturbed Children as a Means of Diagnosis and Therapy. En este habla sobre la importancia que tiene el proceso creativo sobre el proceso psicológico de cada individuo y como sirve de canal de expresión inconsciente que eventualmente provoca que esos sentimientos y expresiones se verbalicen.

Finalmente, en 1969 se funda la Asociación Americana de Arteterapia (AATA) cuya principal misión es abogar por la expansión del acceso a terapeutas de arte profesionales y ayudar al avance de la Arteterapia como una profesión de salud mental regulada.  

Orígenes del Arteterapia en niños

Conforme se aplicaba la Arteterapia a enfermos mentales también se fue usando en niños afectados principalmente por los estragos de la guerra. Una de las primeras en hacerlo fue la artista y educadora austriaca Friedl Dicker-Brandeis, quien comenzó a utilizar el arte como medio de recuperación y resistencia a la muerte en niños refugiados en el gueto de Theresienstadt, en la población de Terezín en la República Checa, durante la segunda guerra mundial.

Durante la Guerra Civil Española de los años 1936 a 1939 también se llevaron este tipo de aplicaciones del arte por educadoras en las colonias infantiles donde se enviaban niños a refugiarse de los bombardeos en Barcelona y Madrid.  

La pintora austriaca Edith Kramer, quien es considerada una de las pioneras de la Arteterapia en Estados Unidos, dedicó su trabajo a enfocarse en niños y adolescentes que no podían expresarse por medio de palabras. En 1958 publica la obra Art therapy in a Children’s Community, donde habla sobre su experiencia trabajando con estudiantes y niños en hospitales durante más de trece años. En sus obras recalca las cualidades curativas del proceso creativo y la utilidad del arte en mejorar la experiencia humana al crear equivalentes de estas por medio de la expresión artística.

¿Cómo funciona la Arteterapia?

Hacer arte por uno mismo posee cualidades terapéuticas en sí, pero su finalidad es la realización de un producto estético, mientras que la Arteterapia tiene como prioridad utilizar el proceso creativo para lograr objetivos meramente terapéuticos. La Arteterapia busca que los pacientes comprendan sus sentimientos y emociones, expresarlas y descifrarlas para resolver problemáticas emocionales o psicológicas que mejoren su bienestar y estilo de vida.

La Arteterapia es considerada como una terapia de apoyo dirigida a potenciar al máximo las fortalezas del paciente con el fin de minimizar su dependencia del terapeuta. Para que alguien pueda verse beneficiado de los aspectos positivos de la Arteterapia no es necesario contar con experiencia previa en el arte o tener habilidad artística alguna.

Los terapeutas de esta disciplina deben contar con tres áreas específicas de conocimientos:

1. Conocimiento sobre técnicas de artes visuales o plásticas.
2. Conocimientos en psicología de la expresión y representación del arte.
3. Experiencia previa dando terapia personal y grupal

Por lo tanto, la función del arteterapeuta consiste en:

• Descifrar y comprender los mensajes no verbales que expresa el paciente por medio de diferentes actividades artísticas.
•  Realizar un diagnóstico
• Definir un tratamiento

Las actividades artísticas empleadas en la terapia se elegirán en función de las inquietudes o problemáticas que el paciente requiera resolver. De acuerdo con estas y la edad del paciente también se decidirá si es mejor una terapia grupal o individual. 

Una característica que destaca de la Arteterapia es su gran capacidad de adaptación, al poder emplearse bajo diversos contextos:

• Clínicas
• Hospitales
• Consultorios privados
• Escuelas y universidades 
• En el domicilio del paciente

A lo largo de la terapia, el arteterapeuta deberá procurar crear un ambiente seguro que estimule y facilite al paciente la correcta expresión de sus sentimientos. Las dificultades y el caos a los que se verán enfrentados los pacientes durante el proceso creativo los motivará a buscar un orden personal y propio que dará como resultado el ir encontrando poco a poco soluciones a cada uno de sus males.  

¿A quién le puede servir?

Por lo general la Arteterapia se recomienda a personas que debido a sus circunstancias o enfermedades se les complica la expresión verbal de sus problemas psicológicos y emocionales. Sin embargo, la terapia puede beneficiar a una gran variedad de personas, independientemente de su edades o padecimientos clínicos, siempre y cuando se considere que esta es el tipo de terapia que necesitan. 

Por mencionar algunos casos: 

• Personas con trastornos alimenticios
• Víctimas de abuso sexual
• Personas con enfermedades terminales (cáncer, VIH, etc.)
• Personas que padecen depresión
• Individuos con autismo
• Personas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
•  Adultos mayores con Alzheimer
• Presos
• Personas con problemas de control de la ira
• Víctimas de desastres naturales
• Personas con problemas sensoriales o motores
• Niños y jóvenes con problemas de aprendizaje o de comunicación 

Con este tipo de terapia las personas pueden mejorar sus habilidades sociales y comunicativas, así como a aprender a controlar conductas problemáticas, ya que se trata de una terapia amena y poco invasiva. 

Beneficios de la Arteterapia 

La Arteterapia trae numerosos beneficios, tanto físicos como psicológicos, a quienes la practican:

• Aumenta la autoestima positiva: Por medio de la terapia las personas logran conocerse mejor y colocarse en un concepto mucho más positivo, realista y saludable.
• Reduce la ansiedad y el estrés: Lo relajante de la terapia junto al carácter lúdico del arte ayudan a relajarnos y concentrarnos en encontrar una solución a nuestros problemas.
• Estimula la creatividad: La cualidad desestresante del ambiente durante la terapia provoca que el inconsciente del cerebro fluya libremente.
• Mejora la capacidad de atención y concentración: Las diferentes actividades artísticas practicadas en la terapia demandan la total atención y concentración de los pacientes para lograr la abstracción y sacar sus sentimientos más profundos. Esto es particularmente beneficioso para los niños.
• Favorece la capacidad comunicativa: El proceso creativo ayuda a las personas a organizar sus pensamientos y expresarlas efectivamente de forma verbal. Esta capacidad se desarrolla aún más si la terapia es de tipo grupal, gracias a la interacción con terceros la expresión oral y las habilidades sociales se fortalecen.
• Apoya en la formación de relaciones interpersonales saludables: La paz interna generada por la terapia influye directamente en las relaciones del paciente con sus familiares, amigos y compañeros de trabajo o clase.
• Ayuda a superar miedos o traumas: En muchas ocasiones la Arteterapia se utiliza para tratar temores que yacen en el inconsciente del paciente. Por ejemplo: traumas de la infancia.
• Favorece la inteligencia emocional: La terapia se esfuerza por ayudar al paciente a identificar y externalizar sus emociones, para después aprender a disponer de estas de la forma más saludable posible.
• Fortalece la capacidad motora: La danza y el teatro pueden influir en la mejora del equilibrio y coordinación corporal de los pacientes. La pintura y la escultura también ayudan en la coordinación de ojos y manos. 

Independientemente de tu salud mental o física este tipo de terapia traerá increíbles beneficios a quienes la practiquen, con resultados que se podrán apreciar desde el comienzo de esta misma, ya que es una excelente forma de entretenimiento, relajación y satisfacción personal. 

Arteterapia para niños 

Los niños no están exentos de verse beneficiados por la Arteterapia, esta es específicamente recomendada para niños con problemas de comunicación verbal, autismo o déficit de atención. Sin embargo, cualquier niño se puede ver favorecido por ella, ya que la expresión artística los ayuda a canalizar sus emociones, comunicarse con mayor facilidad y superar miedos o traumas.

5 ejercicios de Arteterapia recomendados para niños:

• Autorretrato: Nos permite ver la imagen que tienen sobre sí mismos y si tienen algún tipo de complejo alarmante.
• Creación libre: A través de este los niños son capaces de expresar su mundo interior de manera inconsciente, dándonos una idea sobre su autoestima y percepción de su entorno.
• Coloreado de mandalas: Este ejercicio relajante ayuda a mejorar la concentración y atención de los niños.
• Figuras de plastilina: Una buena forma de incentivar su creatividad mientras mejora su coordinación ojos – manos.
• Baile: Se trata de una excelente forma de ejercitarse, mejorar la coordinación corporal de los niños y que se hagan conscientes de su cuerpo y entorno.  

Todos estos ejercicios ayudan a los niños a conocerse mejor, redirigir y liberar sus emociones y pensamientos más profundos para llevar un estilo de vida mucho más saludable, libre de estrés y ansiedad. Estos se pueden realizar desde casa con materiales que tengan a la mano, pero para poder obtener resultados de carácter clínico la Arteterapia deberá ser dirigida por un profesional, quien determina qué actividades artísticas se adaptan mejor a las necesidades del niño. 

Sin duda la Arteterapia es una práctica muy beneficiosa, en la no hay quien no se vea favorecido por esta. Los principios psicológicos en los que se basa la terapia junto con el proceso creativo nos permiten explorar y resolver conflictos internos que nos encaminan a un estilo de vida mucho más saludable, así como a un bienestar físico y emocional.